«Venite, adoremus»
Para Antonio Zaragoza
Adoremos las carnes de marfiles,
adoremos los rostros de perfiles
arcaicos: aristócrata presea;
las frentes de oro pálido bañadas,
las manos de falanges prolongadas,
donde la sangre prócer azulea.
Venid, adoremos
el arcano Ideal, compañeros.
Adoremos los ojos dilatados,
cual piélago de sombras, impregnados
de claridades diáfanas y astrales,
los ojos que abrillanta el histerismo,
los ojos que en el día son abismo
los ojos que en la noche son fanales.
Venid, adoremos
el arcano Ideal, compañeros.
Adoremos las almas siempre hurañas,
las más silenciosas, las extrañas
que jamás en amores se difunden:
almas-urnas de inmensos desconsuelos,
que intactas se remontan a los cielos,
o intactas en el Cócito se hunden.
Venid, adoremos
el arcano Ideal, compañeros.
¡Oh poetas, excelsos amadores
del arcano Ideal, dominadores
de la forma rebelde: laboremos
por reconstruir los góticos altares,
y luego a sus penumbras tutelares
venid adoremos!
Amado Nervo
Más de Amado Nervo | Biblioteca (BAM) | Inicio
Quizás te guste también:
Sor Juana Inés de la Cruz
Ramón López Velarde
Enrique González Martínez
Visita la página Amado Nervo en Wikipedia para obtener información sobre la vida, la obra y los contextos literario, político y social de este autor.
Más cultura:
El libro en la cultura latinoamericana, de Gregorio Weinberg (reseña)
Alicia Alonso, la última Diva del Ballet
Descubre más desde Altavoz México
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.