Guía para desarrollar el autocontrol emocional de tus hijos – Clave para una mejor calidad de vida
Invierte en la educación de tus hijos, será la mejor herencia
Si estás leyendo esto, asumo que es porque tienes hijos, estás por tenerlos o por lo menos te lo has planteado como posible. Muy bien, pues un tema que nos acompañará como padres desde que nuestros hijos nacen y prácticamente para siempre, es precisamente el de la educación. Queremos educar a nuestros hijos, deseamos que sean felices y estar preparados es fundamental. Su felicidad dependerá en gran medida de la forma en que afronten las diferentes circunstancias y los retos de la vida.
La educación debe preocuparnos siempre, en el buen sentido del verbo, es decir, no que vivamos preocupados, eso nos daría un estrés dañino, sino más bien que nos hagamos cargo. Cuando sea la hora de la universidad, nuestros hijos podrán elegir, en teoría deberán tener las herramientas necesarias ya para hacer libre y concienzudamente su elección. Pero mientras ese tiempo llega, cuando son pequeños, es nuestra misión guiarlos, acompañarlos y ponerlos en los lugares adecuados. Es nuestra misión por nuestra responsabilidad como padres, pero también es nuestro deseo, porque los amamos.
Hay muchos males presentes en los adultos que tienen sus orígenes en la infancia: arrebatos de cólera descontrolados, inseguridad inhabilitante para muchas cosas, preferir el aislamiento por incapacidad de socializar efectivamente, entre otras disfunciones que, en general, merman la calidad de vida de una persona.
Los padres de antes no eran como los de ahora, es decir, no la mayoría. Ahora abundamos más, por fortuna, los padres amorosos y preocupados por el bienestar de nuestros hijos no sólo ahora, sino también en el futuro. Uno de los mejores regalos que le vamos a hacer a nuestros hijos en la vida es darles una educación de calidad.
Es un hecho del que poco habría que discutir que, aunque debemos supervisar cada proceso, cada curso y cada escuela, nosotros no podemos hacerlo todo y debemos delegar la mayor parte de las tareas de instrucción de nuestros pequeños a profesionales del área.
Hay una parte, sin embargo, que siempre recaerá sobre nosotros como padres, y esa es la correspondiente sobre todo a la actitud del ser humano que es cada hijo nuestro. Las personas aprendemos primero por imitación, luego aprendemos a aprender. En lo primero, la imitación, somos el primer modelo y el más constante en nuestros hijos; sin embargo, con el tiempo el número de posibles modelos se multiplica. Pero antes de que eso pase tenemos una oportunidad de oro para influir positivamente en ellos, para que cuando ese periodo pase y ellos empiecen a aprender de todas partes, se haya ya forjado en ellos una actitud base que regirá sus decisiones y comportamientos en posteriores etapas de aprendizaje.
En esta segunda etapa tendremos siempre un aliado en la escuela, en el maestro o maestra de nuestro hijo o hija (por eso la escuela debe elegirse cuidadosamente), pero en ese espacio donde ellos van a aprender, la escuela, se presentarán también muchas situaciones que significarán un reto en muchos sentidos, uno de ellos es el control, el manejo, la administración de las emociones.
En ese aspecto, la Guía para desarrollar el autocontrol emocional de tus hijos es una herramienta de apoyo fundamental. Nadie nos enseña a ser padres, debemos aprenderlo sobre la marcha, al mismo tiempo que ya lo estamos siendo.
Esta condición de la paternidad, de la maternidad, es a la vez fascinante y terrible. Lo de terrible es un poco de exageración, pero es que es difícil expresar de otra manera esta circunstancia de la que no podemos evadirnos y que tenemos que esforzarnos por solventar de la mejor manera; es preciso hacerlo, estamos hablando de nuestros hijos, esos seres inocentes a quienes amamos más que a nada o a nadie en este mundo.
En una tarea tan importante, como la formación de nuestros hijos, cualquier ayuda es poca, pero si es de calidad y realmente resulta útil, se agradece verdaderamente.
Como ya somos adultos, tenemos la experiencia de haber sido niños y sabemos los retos y las dificultades que esperan a nuestros hijos. Es un hecho, también, que aunque las personas hayan tenido una infancia difícil y con carencias orientativas, pueden de todos modos reparar esas faltas en el futuro, ya como adultos, valerse de la resiliencia y de otras herramientas y llegar a tener una vida plena y feliz. Pero lo mejor, lo ideal, es tener una infancia feliz, llena de bellos recuerdo y con la menor cantidad posible de malos ratos.
Si crees o sabes que tienes resuelta la parte de la educación emocional de tu hijo o hija, maravilloso, pero si eres consciente, por el contrario, de que es algo muchísimo muy importante y deseas echar mano de todos los recursos posibles para mejorar este aspecto, te recomiendo echarle un ojo a la Guía para desarrollar el autocontrol emocional de tus hijos, realmente considero que es una herramienta muy útil y que vale la pena. La recomiendo por eso y porque además la inversión que implica es realmente baja en términos de dinero. Vale mucho más de lo que va a costarte adquirirla.
Me gustó por varias cosas, una muy importante es el hecho de que atiende no sólo los procesos y fenómenos relativos al niño o niña, sino que también presta atención a los padres, que también somos, claro está, sujetos humanos y psicológicos, por lo que también la atención en nosotros me parece de vital importancia, y esta guía se ocupa de ello. La Guía te acompaña también en tus reflexiones, no es una guía que sólo te explique conceptos y fenómenos y que te cargue solamente responsabilidades, te considera como ser sensible, y eso es algo bastante significativo.
Me gustó también por su carácter lúdico y práctico, sin dejar de ser, al mismo tiempo, objetiva y didáctica. Definitivamente, una guía moderna, hecha por profesionales modernos, para padres,madres, hijos e hijas de hoy. Pruébala, valdrá la pena.
Altavoz México
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