Garcilaso de la Vega
Como la tierna madre –que el doliente
hijo le está con lágrimas pidiendo
alguna cosa de la cual comiendo
sabe que ha de doblarse el mal que siente,
y aquel piadoso amor no le consiente
que considere el daño que, haciendo
lo que le piden, hace– va corriendo
y aplaca el llanto y dobla el accidente:
así a mi enfermo y loco pensamiento,
que en su daño os me pide, yo querría
quitarle este mortal mantenimiento;
mas pídemele y llora cada día
tanto que cuanto quiere le consiento,
olvidando su muerte y aun la mía.
_____________________________________________
Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.
Descubre más desde Altavoz México
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.