Juan José Arreola en Casa Lamm, por Claudia Gómez Haro

Juan José Arreola en Casa Lamm

Claudia Gómez Haro

El Centro de Cultura de Casa Lamm se honra ser ser parte de este merecido Homenaje al Maestro Juan José Arreola junto con la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad del Claustro de Sor Juana y la Universidad Nacional Autónoma de México.

Juan José Arreola, nacido el 21 de septiembre de 1918, pasó por los buenos y fructíferos ochenta años y, por desgracia, falleció el 3 de diciembre de 2001. Es tiempo de recompensas y ajustes. También lo es para presentar a las nuevas generaciones ese espléndido hombre que le entregó su vida a la literatura, que simplemente estuvo absorto ante la belleza, que tuvo una bondad extraña en un medio duro y egoísta, una generosidad inimitable y una exquisita capacidad para encontrar lo sublime fantástico en el mundo.

Entre los escritores mexicanos no existe otro más ligado a su propio tono de voz que Juan José Arreola; un tono que implica el uso histriónico de sus recursos. Todos sabemos de su vocación inicial por el teatro, que también exige una relación interior con el ritmo y las inflexiones, con la cadencia de las palabras. Su voz fue parte de su escritura, de sus trazos con la mano, de sus gestos de complicidad y del movimiento ágil de sus ojos posando la mirada en un recuerdo que cruza por la escena. Quien conoce primero a la persona que a los textos se siente fascinado por esa presencia, y quien lo lee primero y después lo conoce se encuentra con la encarnación perfecta de ese escritor.

Tuvimos el privilegio de ser primero alumnas en su taller literario y, posteriormente, de trabajar con él en el programa Arreola y su mundo. El maestro, de manera generosa y entusiasta, apoyó incondicionalmente el área de Literatura y Creación Literaria de Casa Lamm: diseñó los primeros programas académicos de lo que hoy son la licenciatura, la maestría y el doctorado en literatura y creación literaria.

Durante esos años ofreció múltiples conferencias y avaló el Centro de Escritores Juan José Arreola en Casa Lamm, que becó a jóvenes escritores que trabajaron sus novelas con los escritores Beatriz Espejo, René Avilés Fabila y Guillermo Samperio, los dos primeros alumnos del Maestro.

Así mismo, su pasión por los libros convocó a nuestra Casa a los Libreros de Viejo, quienes exhibían sus bellos y raros ejemplares todos los domingos en el la plaza del jardín de nuestro Centro, bautizada desde ese momento con su nombre: Plaza Juan José Arreola.

Nos compartió su talento, su capacidad histriónica y su amor a la poesía en memorables veladas poéticas en el Bistrot Las Flores del Mal (que él mismo bautizó en homenaje a Baudelaire).

Hago este brevísimo pero intenso recorrido de Juan José Arreola en Casa Lamm para compartirles la importancia que tiene su presencia, su espíritu y su voz en nuestro Centro, donde semestre a semestre se estudia su valiosa y preciosista obra y se le recuerda con admiración y cariño. Nos enorgullece poder festejar nuestro 25 aniversario con este merecido homenaje a uno de los escritores más brillantes del siglo XX.

Borges solía decir que sólo los reyes y los escritores están predestinados. En el caso de Arreola tenía razón: nació escritor, nació artista. Arreola fue todo poesía y escritura: su vida, sus actos, sus prodigiosos textos y, en consecuencia, sus palabras.

Claudia Gómez Haro

Artículo publicado en Lammadame, #18, México, 2018, pp. 14-15. Número temático dedicado a la obra de Juan José Arreola con motivo del homenaje que por los cien años de su natalicio llevaron a cabo la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Nacional Autónoma de México y Casa Lamm.

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