En la muerte de la Excelentísima Señora Marquesa de Mancera
De la beldad de Laura enamorados
los cielos, la robaron a su altura,
porque no era decente a su luz pura
ilustrar estos valles desdichados.
O porque los mortales, engañados
de su cuerpo en la hermosa arquitectura,
admirados de ver tanta hermosura,
no se juzgasen bienaventurados,
Nació donde el Oriente el rojo velo
corre al nacer el Astro rubicundo,
y murió, donde con ardiente anhelo
da sepulcro a su luz el mar profundo,
que fue preciso a su divino vuelo
que diese como Sol la vuelta al Mundo.
Sor Juana Inés de la Cruz
Obra de Sor Juana | Biblioteca (BAM) | Inicio | Suscribirse
Quizás también te guste:
Amado Nervo
Ramón López Velarde
Enriqueta Ochoa
Otras notas de cultura:
El libro en la cultura latinoamericana, de Gregorio Weinberg (reseña)
El Enfoque Lexical en la enseñanza de idiomas
Antiparras, antipoemas para lectores sin prejuicios, de Daniel Olivares
Puedes leer sobre la vida, la obra y los contexto de la autora en la página de Sor Juana Inés de la Cruz en Wikipedia.
Descubre más desde Altavoz México
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.