«Cómo era el instante, dígalo la musa», Rubén Darío

 

Rubén Darío




GARCONNIÈRE



a G. Grippa.



Cómo era el instante, dígalo la musa 

que las dichas trae, que las penas lleva: 
la tristeza pasa, velada y confusa; 
la alegría, rosas y azahares nieva.

Era en un amable nido de soltero, 

de risas y versos, de placer sonoro; 
era un inspirado cada caballero, 
de sueños azules y vino de oro.

Un rubio decía frases sentenciosas: 

negando y amando las musas eternas 
un bruno decía versos como rosas, 
dos sonantes rimas y palabras tiernas.

Los tapices rojos, de doradas listas, 

cubrían panoplias de pinturas y armas, 
que hablaban de bellas pasadas conquistas, 
amantes coloquios y dulces alarmas.

El verso de fuego de D’Annunzio era 

como un son divino que en las saturnales 
guiara las manchadas pieles de pantera 
a fiestas soberbias y amores triunfales.

E iban con manchadas pieles de pantera, 

con tirsos de flores y copas paganas 
las almas de aquellos jóvenes que viera 
Venus en su templo con palmas hermanas.

Venus, la celeste reina que adivina 

en las almas vivas alegrías francas, 
y que les confía, por gracia divina, 
sus abejas de oro, sus palomas blancas.

Y aquellos amantes de la eterna Dea, 

a la dulce música de la regia rima 
oyen el mensaje de la vasta Idea 
por el compañero que recita y mima.

Y sobre sus frentes, que acaricia el lauro, 

Abril pone amable su beso sonoro, 
y llevan gozosos, sátiro y centauro, 
la alegría noble del vino de oro.




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Género literario: Poesía

País: Nicaragua


El escritor nicaragüense Rubén Darío es considerado el padre del movimiento literario Modernismo.

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