«A Lísida, pidiéndole unas flores que tenía en la mano», Francisco de Quevedo
Share this… Facebook Pinterest Twitter Whatsapp Messenger Francisco de Quevedo Ya que huyes de mí, Lísida hermosa, imita las costumbres de esta fuente, que huye de la orilla eternamente, y siempre la fecunda generosa. Huye de mí cortés y desdeñosa, sígate de mis ojos la corriente, y, aunque de paso, tanto fuego ardiente merézcate una … Leer más