«Ándeme yo caliente y ríase la gente», Luis de Góngora




Traten otros del gobierno
 del mundo y sus monarquías,
 mientras gobiernan mis días
 mantequillas y pan tierno;
 y las mañanas de invierno
 naranjada y aguardiente,
 y ríase la gente.
 
 Coma en dorada vajilla
 el Príncipe mil cuidados
 como píldoras dorados,
 que yo en mi pobre mesilla
 quiero más una morcilla
 que en el asador reviente,
 y ríase la gente.
 
 Cuando cubra las montañas
 de blanca nieve el enero,
 tenga yo lleno el brasero
 de bellotas y castañas,
 y quien las dulces patrañas
 del Rey que rabió me cuente,
 y ríase la gente.
 
 Busque muy en buena hora
 el mercader nuevos soles;
 yo conchas y caracoles
 entre la menuda arena,
 escuchando a Filomena
 sobre el chopo de la fuente,
 y ríase la gente.
 
 Pase a media noche el mar
 y arda en amorosa llama
 Leandro por ver su dama;
 que yo más quiero pasar
 del golfo de mi lagar
 la blanca o roja corriente,
 y ríase la gente.
 
 Pues Amor es tan cruel
 que de Píramo y su amada
 hace tálamo una espada,
 do se junten ella y él,
 sea mi Tisbe un pastel
 y la espada sea mi diente,
 y ríase la gente.


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Luis de Góngora y Argote (1561-1627), uno de los grandes poetas de la lengua española; a partir de su estilo rebuscado se creó el adjetivo gongorino.

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Letras de acá y de allá. Blog de literatura.


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