Por una cultura reflexiva y crítica
Share this… Facebook Pinterest Twitter Whatsapp Messenger LA MAESTRA RURAL A Federico de Onís La Maestra era pura. «Los suaves hortelanos», decía, «de este predio, que es predio de Jesús,han de conservar puros los ojos y las manos,guardar claros sus óleos, para dar clara luz». La Maestra era pobre. Su reino no es humano.(Así en … Leer más
Share this… Facebook Pinterest Twitter Whatsapp Messenger Sensación de olor Fragancia de lilas… Claros atardeceres de mi lejana infanciaque fluyó como el cauce de unas aguas tranquilas. Y después un pañuelo temblando en la distancia.Bajo el cielo de seda la estrella que titila. Nada más. Pies cansados en las largas erranciasy un dolor, un dolor que … Leer más
Share this… Facebook Pinterest Twitter Whatsapp Messenger MIS LIBROS (Lectura en la Biblioteca mexicana Gabriela Mistral) Libros, callados libros de las estanterías,vivos en su silencio, ardientes en su calma;libros, los que consuelan, terciopelos del alma,y que siendo tan tristes nos hacen la alegría! Mis manos en el día de afanes se rindieron;pero al llegar la … Leer más
Preguntas a la hora del té, Nicanor Parra. Un excelente conjunto de preguntas en un buen formato poético, para hacerse a la hora de tomar el té.
Sinfonía de cuna, Nicanor Parra. Un poema con un humor maravilloso. Lee la poesía de Nicanor Parra en BUAM, de Altavoz México.
Catalina Parra, Nicanor Parra. Bello y nostálgico poema de Nicanor Parra sobre su hija, Catalina. Lee más poesía en BUAM, de Altavoz México.
Defensa del árbol, Nicanor Parra. Un maravilloso poema que muestra la etapa de poeta verde, como en algún momento se definió el mismo Nicanor.
Share this… Facebook Pinterest Twitter Whatsapp Messenger Apegado a mí Gabriela Mistral Velloncito de mi carne que en mis entrañas tejí, velloncito tembloroso, ¡duérmete apegado a mí! La perdiz duerme en el trigo escuchándola latir. No te turbes por aliento, ¡duérmete apegado a mí! Yo que todo lo he perdido ahora tiemblo hasta al dormir. … Leer más
Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,
late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡lo tendrás que escuchar!
En costa lejana
y en mar de Pasión,
dijimos adioses
sin decir adiós.