Poemas de Sor Juana Inés de la Cruz:
Sonetos:
I
Feliciano me adora y le aborrezco («Correspondencias entre amar y aborrecer»)
II
Este que ves, engaño colorido («A su retrato»)
III
Rosa divina que en gentil cultura («En que da moral censura a una rosa y en ella a sus semejantes»)
IV
La compuesta de flores maravilla («Al padre Francisco de Castro»)
V
Al que ingrato me deja busco amante («Prosigue el mismo asunto, y determina que prevalezca la razón contra el gusto»)
VI
Miró Celia una rosa que en el prado («Escoge antes el morir que exponerse a los ultrajes de la vejez»)
VII
Verde embeleso de la vida humana («A la esperanza»)
VIII
En que satisface un recelo con la retórica del llanto (Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba)
IX
Detente, sombra de mi bien esquivo («Que contiene una fantasía contenta con amor decente»)
X
¿Tan grande, ¡ay, hado!, mi delito ha sido…? («Muestra sentir que la baldonen por los aplausos de su habilidad»)
XI
Fabio, en el ser de todos adoradas («Enseña cómo un solo empleo en amar es razón y conveniencia»)
XII
Dices que yo te olvido, Celio, y mientes («No quiere pasar por olvido lo descuidado»)
XIII
Máquinas primas de su ingenio agudo («Soneto a Martín de Olivas»)
XIV
De un funesto moral la negra sombra («Refiere con ajuste la tragedia de Príamo y Tisbe»)
XV
La heroica esposa de Pompeyo, altiva («A Julia»)
XVI
¿Qué pasión, Porcia, qué dolor tan ciego…? («A Porcia»)
XVII
¡Oh famosa Lucrecia, gentil dama…! («Engrandece el hecho de Lucrecia»)
XVIII
Con el dolor de la mortal herida («Con una reelección cuerda mitiga el dolor de una pasión»)
XIX
Si los riesgos del mar considerara («Encarece de animosidad la elección de estado durable hasta la muerte»)
XX
El ausente, el celoso, se provoca («Pretende con toda ingeniosidad esforzar el dictamen de que sea ausencia mayor mal que los celos»)
XXI
Silvio, yo te aborrezco, y aun condeno («Prosigue el mismo pesar, y dice, que aun no debe aborrecer tan indigno sujeto, por no tenerle aun así cerca del corazón»)
XXII
Yo no dudo, Lisarda, que te («Un celoso refiere el común pesar que todos padecen y advierte a la causa el fin que puede tener la lucha de afectos encontrados»)
XXIII
Cuando mi error y tu vileza veo («De amor, puesto antes en sujeto indigno, es enmienda blasonar del arrepentimiento»)
XXIV
¿Vesme, Alcino, que atada a la cadena…? (“Efectos muy penosos de amor, y que no por grandes se igualan con las prendas de quien los causa”)
XXV
Intenta de Tarquino el artificio («Nueva alabanza del hecho de Lucrecia»)
XXVI
¿En perseguirme, mundo qué interesas? («Quéjase de la suerte: insinúa su aversión a los vicios y justifica su divertimento a las musas»)
XXVII
Que no me quiera Fabio, al verse amado («Resuelve la cuestión de cual sea pesar mas molesto en encontradas correspondencias, amar o aborrecer»)
XXVIII
El hijo que la esclava ha concebido («A la Excelentísima Señora de Paredes»)
XXIX
La Mexicana Musa, hija eminente
XXX
Mandas, Anarda, que sin llanto asista («Discurre inevitable el llanto a vista de quien ama»)
XXXI
Inés, cuando te riñen por Bellaca
XXXII
Aunque eres (Teresilla) tan Muchacha
XXXIII
Inés, yo con tu amor me Regocilo
XXXIV
Vaya con Dios (Beatriz) el ser Estafa
XXXV
Aunque presume (Nife) que soy Tosco
XXXVI
Diuturna enfermedad de la esperanza
XXXVII
Dulce deidad del viento armoniosa
XXXVIII
¿Qué es esto, Alcino, cómo tu cordura..?
XXXIX
De la beldad de Laura enamorados
XL
Probable opinión es que conservarse («Para explicar la causa a la rebeldía…»)
XLI
Aunque es clara del Cielo la luz pura («Aplaude la ciencia astronómica del padre Francisco Kino»)
XLII
Mueran contigo, Laura, pues moriste («Lamenta con todos la muerte de la Señora Marquesa de Mancera»)
XLIII
Amor empieza por desasosiego («En que consuela a un celoso epilogando la serie de los amores»)
XLIV
Yo no puedo tenerte ni dejarte
Otros poemas:
Hombres necios que acusáis a la mujer
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Estudios:
Sor Juana Inés de la Cruz : ¿Hagiografía o autobiografía? / Margo Glantz
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