La estulticia ilimitada de Daniel Noboa
Los ecuatorianos deben estar yendo y viniendo entre la risa y el enojo, entre el enojo y la risa a causa de la estulticia (por no decir estupidez) de su actual presidente, el empresario Daniel Noboa.
La falta de pericia en política de Daniel Noboa quedó de manifiesto, al menos para la comunidad internacional, desde que el prepotente ecuatoriano tomó posesión del poder en 2023.
Noboa ha manifestado durante su ejercicio del poder una prepotencia notoria, es un hombre que respeta poco, incluso al mismo pueblo ecuatoriano, tiene ese síndrome de la gente rica que cree que puede hacer lo que le dé la gana.
Su ignorancia y prepotencia tuvieron muchos reflectores internacionales cuando en abril de 2024 ordenó el asalto, el allanamiento de la embajada de México en su país, violando las leyes internacionales, específicamente la Convención de Viena, donde se establece la inviolabilidad de las embajadas, sin importarle un comino todo ello. Su gente armada fue a arrestar (o secuestrar cabría decir, teniendo en cuenta lo ilegal de las acciones) a Jorge Glas, vicepresidente de Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa.
Su estupidez se hizo muy evidente cuando después de ello pasó meses pretendiendo justificar su injustificable acción, sólo consiguió evidenciar lo que bien ha señalado el ex presidente Correa, que es un «muchacho malcriado» y con «megalomanía»; ante cámaras de televisión pretendió todavía responsabilizar a México por las acciones cometidas por él.
Ahora, en el contexto de la estupidez de Donald Trump, otro empresario convertido en político hace pocos años, Daniel Noboa no quiso perder oportunidad de seguir mostrando lo que es, un desubicado vuelto loco por el poder, y decidió, en un acción inesperada, evidentemente producto de una ocurrencia repentina, ponerle aranceles del 27% a las importaciones llegadas de México a Ecuador. Así nomás, se le ocurrió, lo twiteó y listo, De paso dijo que era presión para que México decidiera firmar un Tratado de Libre Comercio con su país.
Está claro que el chamaco malcriado y prepotente que es Daniel Noboa no tiene idea de cómo manejar las relaciones internacionales, lo demostró con sobrada claridad el día que asaltó la embajada de México y lo demuestra de nuevo ahora, poniendo aranceles a las importaciones desde México.
Hay varias razones por las que la decisión (ocurrencia) de Daniel Noboa manifiesta verdaderamente poca inteligencia (otro eufemismo), una de ellas es que esa no es la forma correcta de procurar y negociar un tratado de libre comercio, hay canales diplomáticos para eso, pero el chamaco malcriado al parecer no sabe cómo hacer uso de ellos.
Otra razón es que entre México y Ecuador —a pesar de la ruptura de relaciones por las acciones delictivas de Noboa, y a pesar de la solicitud de México para que Ecuador sea expulsado de la ONU— no hay las terribles tensiones que por otros temas —especialmente la estupidez y la cabeza dura de Trump— hay entre México y Estados Unidos.
Pero la razón más importante por la que la decisión-ocurrencia de Noboa es estúpida, quiero decir, no es inteligente, es porque lo que más importa Ecuador desde México son medicinas, medicinas destinadas a su sistema de salud. De modo que lo que Noboa hace tiene el potencial de perjudicar sobre todo —si no es que exclusivamente— a Ecuador.
Ciudad de México
Jueves 06 de febrero de 2025
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