La diosa blanca
Porque sabe cuánto la quiero y cómo hablo de ella en
su ausencia,
la nieve vino a despedirme.
Pintó de Brueghel los árboles.
Hizo dibujo de Hosukai el campo sombrío.
Imposible dar gusto a todos.
La nieve que para mí es la diosa, la novia,
Astarté, Diana, la eterna muchacha,
para otros es la enemiga, la bruja, la condenable a la hoguera.
Estorba sus labores y sus ganancias.
La odian por verla tanto y haber crecido con ella.
La relacionan con el sudario y la muerte.
A mis ojos en cambio es la joven vida, la Diosa Blanca
que abre los brazos y nos envuelve por un segundo y se marcha.
Le digo adiós, hasta luego, espero volver a verte algún día.
Adiós, espuma del aire, isla que dura un instante
José Emilio Pacheco
Más de José Emilio Pacheco | Biblioteca (BAM) | Suscribirse
Quizás te guste también:
Amado Nervo
Ramón López Velarde
Sor Juana Inés de la Cruz
Puedes leer sobre la vida, la obra y los contextos del autor en la página José Emilio Pacheco en Wikipedia.
Descubre más desde Altavoz México
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.